C              G         F           C  G  
Consolad, consolad, consolad a mi Pueblo;
      F           E7         Am   F 
haced casa al corazón que me busca
     C   F        C     Dm     G        C 
y gritadle: «terminó tu miedo y tu angustia».

    Am         E 
Una voz que grita
        Am            D        E 
en el desierto: «Preparad el camino,
        Am      G           C 
que los valles, todos, se levanten,
     Am        F        E 
cada monte y colina se abaje.
     C   Dm         G     E 
El Señor viene a salvarnos
     Am         Dm       G  
preparémonos de todo corazón».

C              G         F           C  G  
Consolad, consolad, consolad a mi Pueblo;
      F           E7         Am   F 
haced casa al corazón que me busca
     C   F        C     Dm     G        C 
y gritadle: «terminó tu miedo y tu angustia».

     Am        E 
El Señor ya viene,
      Am            D        E 
Él vendrá entre las nubes en gloria.
     Am       G         C 
Cada hombre podrá contemplarlo,
     Am             F             E 
y tendrá siempre su luz para el camino.
     C     Dm         G    E 
La palabra de nuestro Dios
      Am          Dm        G  
nunca pasa y permanece para siempre.

C              G         F           C  G  
Consolad, consolad, consolad a mi Pueblo;
      F           E7         Am   F 
haced casa al corazón que me busca
     C   F        C     Dm     G        C 
y gritadle: «terminó tu miedo y tu angustia».

Am                      E 
Sube a un alto monte----
     Am     D         E 
Mensajea y alegres tropillas
      Am       G           C 
Y proclama con fuerza en Sión:
      Am       F             E 
«No temáis», y grita aún más fuerte
       C     Dm        G     E 
que el Señor viene con poder
            Am      Dm         G  
y, en la historia, viene a salvarnos.

C              G         F           C  G  
Consolad, consolad, consolad a mi Pueblo;
      F           E7         Am   F 
haced casa al corazón que me busca
     C   F        C     Dm     G        C 
y gritadle: «terminó tu miedo y tu angustia».