Un grupo de gente regular, cansados de vivir así nomás. Se fueron por un sendero al mar, dejaron las ciudades por atrás. Y cantan, y cantan sin cesar, al Dios que hizo la tierra y sus montañas. No paran, no cesan de gozar, al fin han descubierto amar la vida. La gente los mira al pasar, Y saben bien que nunca volverán. Dicen que son locos al cantar. Si loco es ser feliz, lo seguirán.