Quiero verte la cara brillando como una esclava negra sonriendo con ganas, nena. Lejos, lejos de casa no tengo nadie que me acompañe a ver la mañana. Y que me de la inyección a tiempo, antes que se me pudra el corazón. Ni calienten estos huesos fríos, nena. La fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristezas. Esquivas a tu corazón y destrozas tu cabeza, y en tu voz, sólo un pálido adios y el reloj en tu puño marcó las tres. El sueño de un sol y de un mar y una vida peligrosa cambiando lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas te hace bien, tanto como hace mal te hace odiar, tanto como querer y más. Cambiaste de tiempo y de amor y de música y de ideas Cambiaste de sexo y de Dios de color y de fronteras pero en sí, nada más cambiarás y un sensual abandono vendrá y el fin. Y llevas el caño a tu sien apretando bien las muelas y cierras los ojos y ves todo el mar en primavera somewhere over the raimbow